UN ABISMO
Hola, aquí estoy:
Enemigo de mí mismo,
Apoyado contra mi silla...
Mi amiga la silla.
Y aquí estamos,
Contemplando:
Delante de mí, el escritorio
Y, encima, las chimeneas deprimidas
Oliendo las calles de casas deudoras
Y somnolientas,
Arropadas por un cielo precipitado
Que se desploma en llantos y lloros,
Sin saber el por qué.