domingo, 1 de noviembre de 2015

CONTRA LA POESÍA

Yo nunca escribo para los demás, intento convencerme de que escribo para mí mismo, como si estuviese contándome cosas que ya se, pero que escribo de formas enrevesadas para colármela. Luego me doy cuenta de que los monólogos no me gustan nada, de que me encantaría que alguna de las 592 personas que han visitado mi blog comentase ( a parte de mi novia). Yo ya sabía que la poesía era un mundo de unos pocos, y no esperaba ponerme a jugar en primera división, pero sí esperaba que quiénes leyesen lo que escribo me diesen una palmadita en la espalda o que me diesen un sopapo. Y es que cualquiera de las dos opciones me vale ¿cómo voy a mejorar si escribo para mí mismo exclusivamente?¿cómo sabré si lo estoy haciendo bien, mal o regular? El espejo siempre te devuelve la misma imagen.

Es curioso, el gusto de la gente es curioso; veo en facebook a artistas con mucho talento que se intentan buscar la vida en el mundo de las letras, pero también veo letras fáciles con un montón de "me gusta": letras que rezan "El amor es como un huracán que pone tu vida patas arriba", letras que aseguran "Un amigo de verdad será quién te apoye cuándo ni siquiera tú creas en tus proyectos". Y eso gusta... y no dicen nada nuevo, lo cual no es un delito, porque todo se ha dicho ya; lo malo es que hacen poemas universales en vez de un poema subjetivo, se venden a la multitud y seguramente consiguen vender y ganarse la vida con ello; venden como original algo ya muy usado.


1 comentario:

  1. Todos los tiempos están presentes en este momento: desde el que no conoce ningún Amadís hasta el que está cansado de James Bond, el que no reconoce a "dios" en los pucheros y el que encuentra a "dios" en el mar, el que "melibea" sin conocer a Celestina y el que disfruta con Cincuenta sombras. Es inevitable reinventar cada pocos años las mil y una noches o las historias de viejos caballeros locos. ¡Reinventemos juntos la rueda! Puede ser divertido, tú ya tienes muchas pistas.

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